Paloma Sánchez-Garnica
Tercera edición: octubre de 2014
En septiembre de 2014 reseñamos la primera edición de La sonata del silencio y expresábamos nuestra sorpresa ante la cantidad de errores que encontramos en ella (de los que solo indicamos algunos).
Nos consta el rigor de su autora, Paloma Sánchez-Garnica, y no dudamos de la profesionalidad de su equipo editor aunque, lamentablemente, los resultados de la edición comentada ponen de manifiesto que no se realizaron las pruebas de corrección necesarias por parte de la editorial.
Nos complace enormemente que Planeta, en la tercera edición, haya recogido todas y cada una* de las indicaciones (más de 35) que tuvimos la oportunidad de contrastar con la autora y que en su día reseñamos (obviando otras que encontramos y no indicamos) .
A continuación mostramos algunos de los errores corregidos:
1.- Anacronismos
Error reseñado (Pág. 68)
Comentamos en su día que las aspirinas se comercializaban en aquella época (1946) en tubos o frascos de cristal, en pequeños envases metálicos o retractiladas en celofán, puesto que el polietileno fue sintetizado por primera vez en 1943; que hasta 1950 no se descubre el polipropileno; que Bayer, entre otros laboratorios farmacéuticos, no introdujo el plástico en sus envases hasta muchos años después; y que la producción de plásticos en España se inició en 1953.
Error corregido
El «tarro de plástico» pasa a ser un «tubo de cristal».
* * *
Error reseñado (Pág. 256)
Como indicábamos, el tratamiento con corticoides que se le aplicó al marido de Marta no era posible puesto que la cortisona fue aislada en 1936 y sintetizada en 1948, año en que se le aplicó por primera vez a un paciente en la Clínica Mayo de Estados Unidos.
Error corregido
Por lo que se eliminan los «corticoides» y ahora son «calmantes».
Se decía que Antonio tenía seis hermanos varones, pero más adelante se explicitaba que cuatro murieron y que «al» otro hermano lo dejaba malherido un accidente, y ese «al» indicaba claramente que eran cinco los hermanos varones (más dos hembras), por lo que eran en total siete hermanos.
De entre las alternativas que ofrecíamos para solucionarlo se ha optado, razonablemente, por la más sencilla:
* * *
En esta escena vemos cómo don Próculo pide que le sirvan un orujo que doña Virtudes (el lector sabe los motivos) es reacia a compartir:
Pág. 86
Previa aprobación por parte de doña Virtudes, la doncella dejaba sobre la mesa una bandeja con un vasito de orujo.
Pág. 92
Pero más tarde veíamos que don Próculo, el sacerdote, se había servido él mismo más orujo de una inexistente botella y el vasito pasaba a convertirse en una diminuta copa de cristal.
Pág. 94-95
La escena ha sido modificada de la siguiente forma para enmendar las incongruencias:
A continuación indicamos otra escena que presentaba incongruencias:
Doña Celia, otro de los personajes, prepara chocolate y, al verterlo en la chocolatera, se nos dice que estaba tan aguado que parecía leche con color:
Doña Celia, otro de los personajes, prepara chocolate y, al verterlo en la chocolatera, se nos dice que estaba tan aguado que parecía leche con color:
El lector se sorprendía al leer que, cuando lo va a servir, ese chocolate tan aguado que parecía «leche manchada», de repente era «algo espeso»:
Y se sorprendía más aún cuando volvía a ser «muy claro» y ya no era «dulzón»:
3.- Errores ortotipográficos
Entre los errores tipográficos enmendados resaltamos los siguientes:
Error reseñado (Pág. 295)
Difícilmente metería ambas manos en un solo bolsillo.
Arreglado el error.
Error reseñado (Pág. 311)
Requería cursivas: [pringaos]
Error corregido
Lástima que solo corrigieron el de la página que indicábamos, quedando otros «pringaos» por corregir.
Error reseñado (Pág. 822)
Indicábamos que no era una pregunta sino una exclamación que requería signos de admiración.
[¡Quiero saber...!]
Error corregido
Se cambian los signos de interrogación por los de exclamación.
4.- Errores gramaticales
Pág. 297
Decíamos que «hato», en este contexto, significa: ropa y otros objetos que alguien tiene para el uso preciso y ordinario, lo que ya define un conjunto de prendas, por lo que lo apropiado sería su utilización en singular.
[el viejo hato (de ropa) que vestía...]
Error corregido
Ahora ya aparece en singular.
Error reseñado (Pág. 364)
Indicábamos un error de concordancia.
[fueran]
Error corregido
Desaparece el error.
Error reseñado (Pág. 500)
Otro error de concordancia: la tenue luz alumbraba el cuerpo. [Alumbrado]
Error corregido
Ahora es correcto.
Error reseñado (Pág. 664)
Se incurría en un pleonasmo para el que había distintas soluciones:
[salir de España], [irse de España], [dejar España]...
Error corregido
Se ha aceptado la primera opción.
Error reseñado (Pág. 749)
Decíamos que aunque esta palabra aparece en un diálogo y, por tanto, está empleada de forma coloquial, lo correcto sería resaltarla en cursiva ya que no es un vocablo recogido en los diccionarios:
[intelectuala]
Error corregido
Se resalta la palabra en cursiva.
Error reseñado (Pág. 760)
Comentábamos que la ciudad francesa de Chantilly (Francia) da nombre tanto a un dulce de crema de leche (que se escribe en minúsculas) como a un tipo de encaje y que, puesto que se refería al encaje, lo correcto era:
[manto de Chantilly]
Error corregido
Aparece escrito con mayúscula inicial.
5.- Unificación
Pág. 119-120
Pág. 270
Nos encontramos que una vez utilizada correctamente la palabra «beis» , más adelante se volvía a mencionar ese color con un extranjerismo que, en cualquier caso, debería de haberse resaltado en cursiva [beige].
Error corregido
Se ha realizado la unificación.
* * *
Pág. 397-398
Indicábamos que las formas coloquiales que reproducen la pronunciación del habla local se deben remarcar en cursiva e insertar un apóstrofo para reflejar en la escritura la supresión de sonidos cuando hay palabras sucesivas.
El uso del apóstrofo no es necesario para marcar ni las apócopes ni las aféresis de una voz con independencia de la palabra que le siga, ni se remarca en cursiva la palabra no afectada (ej. pa que).
Unificación realizada
* Al habla con la autora nos dijo que había quedado por corregir una de las indicaciones (la referente a tratar el grado de sargento como oficial) y que esperaba una nueva oportunidad para hacerlo.
+ + +
Hola, soy la misma del otro día, la del ejército con tilde... Hoy he visto otra. Es que no tengo arreglo, je, je.
ResponderEliminar"(...) no se realizaron la pruebas de corrección"
¡Disfruto y aprendo siempre con vuestra página!
Hola, anónima seguidora. Ya está corregida esa "ese" rebelde. Nos alegra que te guste nuestra página. Gracias por leernos.
ResponderEliminarMe encanta vuestro blog porque comparto vuestra obsesión por los textos bien revisados. Tengo un blog donde se corrigen textos desde otro punto de vista que creo que es complementario.
ResponderEliminarUn saludo y no pareis.
Gracias por tus palabras de ánimo, Gabriel.
EliminarHemos visitado vuestro blog y también os animamos a continuar con la idea.
Un saludo.